El martes 25 de enero fui a clase de Víctor de Geografía e historia en 2º ESO. Como ya hemos comentado en otras observaciones, se trata de un grupo de 12 alumnos en el que es un lujo dar clase ya que además de buen comportamiento e interés, se cuenta con la gran ventaja de llegar a todos debido a ser un número tan reducido.
La clase comienza con un repaso de contenidos ya explicados y aunque son los alumnos lo que empiezan interviniendo y dando información, rápidamente Víctor nos hace formar parte de la clase a las profesoras que allí estábamos. Víctor nos da una ficha con textos sobre el feudalismo que los alumnos van leyendo en voz alta. Víctor no tiene ningún problema en hacer que el alumnado esté dispuesto a leer en voz alta, haciéndoles a todos parte fundamental de la clase.
A continuación no divide en parejas para hacer unas actividades relacionadas con los textos. Primero tenemos que mencionar los grupos sociales que se reflejan en los textos (éxito total en nuestra tarea) y después, tenemos que vincular una serie de conceptos propios del feudalismo con los textos (no fue éxito absoluto en este caso jejej). A pesar de que el trabajo en parejas podría prestarse a la distracción y a que haya más ruido en la clase, en este caso no es así. Víctor tiene control de la situación en todo momento, de tal forma que el alumnado se centra en la tarea encomendada mientras él comprueba que el alumnado no tiene dudas y que están haciendo la tarea correctamente. Creo que conseguirlo es muy importante ahora mismo ya que cada vez es más necesario ayudar a nuestros alumnos a que sepan trabajar con otros iguales, y Víctor lo hace sin ningún esfuerzo.
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