En clase de Biología y Geología en 1º de ESO

 

Aída en su observación a Antonio, en Biología y geología de 1º ESO.

El viernes 21 de  enero entré en clase de Biología de 1º ESO de Antonio. Se trata de un grupo al que yo le doy clase. Siempre es enriquecedor cualquier experiencia de este tipo pero cuando además es con un grupo al que le das clase, lo es aún más ya que se perciben cuestiones que no llegas a ver desde el otro lado.

Al entrar en clase, Antonio tenía preparadas cuatro sillas para los cuatro profes que íbamos a observarle. Las había situado estratégicamente para que cada uno de nosotros formara parte de un equipo. Después de explicar algunas cuestiones respecto a tareas y dudas que tenían los alumnos, pasamos a la actividad estrella de la sesión. Estaban trabajando con plantas y nos propuso como juego que al mostrarnos una imagen de una planta y su nombre en inglés dijéramos su correspondiente en español. Enseguida, tanto alumnos como profes (al menos hablo de mí jejjeje) pusimos en modo ON el espíritu de competición y empezamos la ronda de preguntas. La actividad fue muy entretenida y sobre todo nos tuvo en alerta al esperar cuál sería la siguiente planta y si sería fácil o difícil. Los alumnos estuvieron muy implicados y los profes también.

Creo que este tipo de actividades funcionan fenomenal y que está muy bien incorporar ese componente motivacional con el puntito de competición, permitiendo no solo a los alumnos más avanzados demostrar lo que saben, sino también a los que más les cuesta, ya que había opciones de distinta dificultad, apoyadas con imágenes, y las más difíciles aparecieron al final para no desanimar inmediatamente a este último grupo de alumnos. Gracias, Antonio!

Aída Márquez

Al igual que Aída, si hay algo que considero destacar de la dinámica y emocionante clase de Antonio de Biología en 1º de ESO, fue la implicación en la competición desde el primer momento ( y eso que llegué cinco minutos tarde, pero rápido me enchufé a la dinámica) y el recuerdo tanto para pequeños como para mayores de lo importante que es el juego, que suaviza la introducción de conceptos en nuestro estresado y serio cerebro.

Por el curriculum de mi asignatura, no estoy acostumbrado a trabajar con alumnos tan pequeños, y además (quizá sea por comparar con mis condiciones de estudiante de instituto, que para ubicar al lector datan del siglo pasado...) creo que a estas edades (la llegada al instituto con 12 años es más que significativa) todavía están en plena formación de la personalidad, bastante "tiernos" para hacerme entender, con lo que tiene más mérito captar su interés un viernes después de una dura semana y estar observando juego planteado por Antonio que ya ha explicado Aída, una tras otra, fotos de hongos, setas, mohos, levaduras, líquenes y árboles que tienen su dificultad sin que ninguno de los destinatarios de la actividad parpadeáramos, y manteniendo la tensión del puntaje en todo momento.

Pedagógicamente también me gustó mucho la actividad, porque los 4 grupos respondíamos las mismas preguntas por turnos, y al repetirse las respuestas, es más fácil que los alumnos fijen los conceptos, asociándolos a la palabra en castellano de uso común y más familiar para los principiantes que hemos decidido no decir en un futuro, lo más cercano posible, "árbol/planta/pájaro" y arriesgarnos a nombrar con exactitud las especies autóctonas que podemos disfrutar a diario al aire libre, sin salir de nuestro entorno.
Esta paciencia que Antonio mostró en cada imagen proyectada en el cañón (y se intuía un gran arsenal que quedó en el tintero para nuevas sesiones) es de agradecer, es evidente la vocación de enseñar y tanto los profesores invitados, como los habituales destinatarios de dichas explicaciones lo apreciamos para ir mejorando personalmente. Muchas gracias Antonio...a ver si coincido contigo otra vez en una en la que aparezcan "bichos"!

Juan José Hernández

La actividad del viernes 31 de 1º de ESO de Biología estaba englobada como un repaso de las especies de plantas y arboles estudiados.

Se trataba de una actividad grupal de averiguación de plantas y árboles que fue muy amena. Fuimos divididos en grupos y en cada grupo estaba un profesor junto con los alumnos.
En los alumnos se veía muy buena disposición, lo que me llamo la atención.
Es un modo muy interactivo y motivador para implicar a los alumnos haciendo el reconocimiento de plantas de esta forma. La fijación de conceptos es nítida, al ser todos los grupos quienes van respondiendo. Además, la clase transcurrió con mucha fluidez y aprendí mucho vocabulario interesante.
Fue una experiencia enriquecedora, dado que además particularmente me gustan bastante las plantas

María San Justo