Por Julia González:
El pasado viernes 13 de mayo fui a observar la clase de 1º de bachiller de Lorena.
Para empezar la clase, jugaron a un juego llamado "homophones". Primero, Lorena les dividió en cuatro grupos de 4 alumnos y les asignó una pizarra de cada color a cada grupo. Después, Lorena les decía en alto una palabra y les decía si había dos o tres palabras homófonas posibles. Por ejemplo, les decía la palabra "By" y les señalaba que había dos palabras homófonas posibles. Cada grupo tenía que escribir en su pizarra las posibilidades (en este caso "Buy" y "Bye") y el grupo que primero terminaba era el equipo ganador. Además, Lorena les iba haciendo pequeñas preguntas relacionadas con las palabras que iban saliendo. Por ejemplo, un ejemplo de homófonos era "which" y "witch", y con esta última palabra Lorena les recuerda otra palabra, "wicked". De esta forma, los alumnos repasan fonética y vocabulario casi sin darse ni cuenta.
La segunda mitad de la sesión la dedicaron a lo que llevaban haciendo días atrás: valiéndose de la película de animación Cars, Lorena diseñó una serie de fichas en las que iban trabajando y repasando lo que han ido viendo durante el curso. Es una forma muy inteligente de hacer que los alumnos trabajen un poco más, ya que al hacerlo a través de una película los alumnos están mucho más predispuestos y motivados. Además, mediante estas fichas Lorena conseguía repasar tanto la producción y comprensión oral, como la producción escrita, la gramática y el vocabulario de una forma sutil para los alumnos, pero tremendamente efectiva.
Observar las clases de Lorena es toda una experiencia de aprendizaje digna de admirar.
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